La gente suele aprovechar el verano para irse de vacaciones, abandonando y dejando vacíos sus domicilios. Así, hay menos personas en las calles, menos coches circulando, y menos movimiento. De esta manera, incursionar en un inmueble ajeno se convierte en un botín atractivo para los asaltantes.
Una de las formas para que su operación delictiva tenga éxito es identificar las casas con códigos o marcas en la fachada.
Generalmente son realizadas con punzones, tizas, lápices o bolígrafos. Últimamente, también se usa el aerosol. Según datos recogidos a través de una investigación de la Policía Nacional, en algunos casos el nivel de detalle sobre las condiciones para cometer el ilícito son exhaustivas.
Los dibujos no están a simple vista, y muchas veces no miden más de 1 centímetro de extensión.
Testigos en las puertas
Los ladrones y okupas también utilizan utilizan otros medios para determinar si la casa esta siendo habitada. Los mas comunes son los testigos doblados de plástico, los hilos de silicona, o un trozo de cinta adhesiva. Estos testigos al abrirse la puerta daría indicios de que la vivienda está siendo habitada. En caso contrario los testigos permanecerían, indicando la no utilización del acceso.
Si lo desea puede ver el siguiente vídeo:
Si encuentra cualquiera de estos signos, u otros similares, pónganse en contacto con la Policía Nacional, o la Guardia Civil.